Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas realiza encuentro informativo sobre Nueva Constitución

El 18 de junio se realizó el “Encuentro Informativo Conociendo la Nueva Constitución, Derechos y Libertades”, organizado por la Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas y el Consejo de Unidades Pastorales de la Región Metropolitana CUPREM. La actividad se desarrolló con la participación de la presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros, y la exposición de un panel compuesto por cuatro convencionales.

Al comienzo de la ceremonia, la obispa Izani Bruch -en su calidad de Capellana del Palacio de La Moneda- leyó un pasaje del profeta Miqueas sobre la justicia y la misericordia: “Pero ya Dios les ha dicho qué es lo mejor que pueden hacer y lo que espera de ustedes. Es muy sencillo: Dios quiere que ustedes sean justos los unos con los otros, que sean bondadosos con los más débiles, y que lo adoren como su único Dios. Habitantes de Jerusalén, escuchen las palabras de nuestro Dios” (Miqueas 6: 8-9 TLA).

Los constituyentes que participaron del diálogo fueron Roberto Celedón, quien abordó en términos generales el carácter del texto y su proceso de armonización; Cristóbal Andrade, quien explicó las garantías de libertad religiosa y su interrelación con las demás libertades civiles e individuales; Marco Barraza, quien se refirió a los mecanismos de participación democrática; y Mauricio Daza quien detalló los derechos sociales, destacando especialmente la incorporación del derecho a la vivienda. Posteriormente respondieron a las preguntas del público compuesto principalmente por fieles de diversas iglesias y denominaciones evangélicas.

«Somos personas libres para declarar en quién creemos»

El obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada, y nuevo Representante Protocolar de las Iglesias Evangélicas ante el Gobierno, pronunció un discurso sobre la necesidad de realizar un verdadero debate libre e informado sobre la propuesta de Nueva Constitución, basado siempre en el texto, y en una clara comprensión de que la naturaleza de las libertades que amparan a las iglesias cristianas son inseparables de la protección de los derechos civiles e individuales que cobijan a toda la población.

“Lo cierto es que una nueva Constitución no puede prohibir la libertad religiosa, pues esa libertad es indiscernible del sistema democrático. La consagración de un Estado laico debe ir de la mano de la garantía de la libertad religiosa o de culto, no sólo para los evangélicos sino para todos los credos (…) No, la Constitución no puede ni obligará a los creyentes ni a nadie a abortar, porque tal derecho se ejerce única y exclusivamente a nivel personal. Ni tampoco, a casar personas del mismo sexo o a negar sus principios, pues las iglesias estamos protegidas también por las reglas fijadas en sus propios estatutos de sus propias constituciones. Ni impedirá que las personas formen a sus hijos en los principios que estimen relevantes (…) La Constitución deberá establecer las reglas para toda la sociedad, permitiendo a cada quien desarrollar el proyecto de vida de su elección sin imponer una perspectiva sobre la otra. Somos y seguiremos siendo personas libres para declarar en quién creemos”, argumentó.

“Un Estado laico no puede permitir que los deberes religiosos sean exigibles jurídicamente a la sociedad toda, pues la misma libertad que faculta a los creyentes a creer sin restricciones permite a los ciudadanos no creyentes definir sus propios criterios morales y éticos. Será la ley, los derechos fundamentales, y las normas de orden público las únicas limitantes a estos derechos (…) El objetivo aquí no es persuadir políticamente, sino llamar a todas las comunidades de fe a ejercer su libertad de pensamiento, su libertad religiosa, y que el Estado tenga un trato igualitario con todos los credos. Informándose por diversos canales y vías, llamamos a todos los líderes religiosos al respeto de la libertad democrática de sus feligreses (…) Las ideas tienen como virtud que son más rápidas que la realidad y se anidan en el fuero interno, por ello debemos todos cuidarnos de los sesgos y que las ideas que adquirimos tengan correspondencia con la realidad, sean ciertas, justificables o comprobables, para que la libertad política que se ejerza sea luego efectivamente democrática. Nos gustaría creer que a eso se refería Jesús cuando dijo ‘y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres (Juan 8:32)”, concluyó el obispo Soto.

Mira el discurso del obispo Emiliano Soto aquí

COMPARTE CON OTROS

Facebook
Twitter
LinkedIn

NOTICIAS RELACIONADAS

Actividades

Entre el 10 y el 12 de enero se realizó en El Tabito el Campamento de Liderazgo de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile “Viviendo ...

Actualidad

Este domingo se celebró la Epifanía, palabra que hace alusión a la luz de Dios que brilla y que manifiesta su presencia en este mundo. ...

Actualidad

Las participantes del taller de mujeres de la Comunidad Renacer de Boca Sur (Bío Bío) tuvieron una jornada de cierre el 3 de enero. El ...