Entre el 10 y el 12 de enero se realizó en El Tabito el Campamento de Liderazgo de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile “Viviendo nuestro bautismo: de la gracia al servicio”. El encuentro reunió a miembros de las diversas comunidades y pastorales bajo el lema “para que anuncien las obras maravillosas de Dios» (1 Pedro 2: 9).
Al comienzo del encuentro, la obispa Izani Bruch recordó que para los cristianos el bautismo no es algo que acontece en el pasado, sino que “estamos llamados a vivir nuestro bautismo a diario” para “ser discípulos y discípulas”. Ser sacerdote o sacerdotisa, es ser un “hacedor de puentes”, y “todos somos piedras vivas y puentes en la misión de Dios en el mundo”, explicó.
El encuentro es una instancia de formación que busca ayudar en el desarrollo de los planes misionales de cada congregación, “para que cada miembro de la iglesia pueda reconocerse como hijo e hija de Dios, con dones y capacidades” contribuyendo a la administración responsable de la comunidad. “Estamos llamados a entregar lo que llamamos las “3T”: nuestro tiempo, nuestro tesoro y nuestro talento al servicio de Dios”, apuntó Bruch
Testimonios
María Castillo, presidenta de la Congregación San Pablo de Hualpén, señaló que “vamos a tomar esos aprendizajes”, porque “creo que tenemos una deuda con nosotras y nosotros mismos qué es cómo planificamos la iglesia para adelante. En una sociedad en constante movimiento la iglesia también tiene que moverse”.
Dámaris Trujillo, tesorera de la Congregación La Paz de Osorno, destacó que “es importante aplicar el sacerdocio universal, conocerlo y que la comunidad lo entienda”, porque “es la única manera que tenemos de llevar a otros la buena nueva que nuestro señor Jesucristo nos trajo a nuestras vidas”.
María Angélica Bustos, de la Comunidad Renacer expresó que “el sacerdocio universal de todos los creyentes es compartir nuestros dones y evangelizar”, valorando esta oportunidad porque “nos dan herramientas para compartir con nuestras comunidades. Se trata de retroalimentarnos de lo que es nuestra fe luterana”.
Gladys Berríos, de la Congregación Belén de San Bernardo y San Ramón, remarcó que “vimos distintos puntos de vista, tratamos con distintos tipos de personas”, pero que “lo importante es tratar de llegar a más personas y encantarlas o reencantarlas con la palabra de Jesús”.
Marko Restovic, de la Congregación IELMA de Punta Arenas, compartió la importancia de los dones. “Aprendimos que cada uno tiene un don y que todos estos dones ayudan a la comunidad, eso fue el tema principal del sacerdocio universal. Y aunque tú no creas que tienes uno, siempre lo vas a tener y en algún momento de la vida te va a servir”.
Cecilia González, de la Congregación El Buen Samaritano de Peñalolén, subrayó la oportunidad de aprender de las dificultades y mejorar. “Me llevo hartos desafíos personales y de la comunidad. Me gustan los diálogos porque nos sirve para ponernos de acuerdo, escuchar otras opiniones y otras perspectivas nos enriquece. Es bueno hacer estas reflexiones para mejorar y para buscar nuevas metas. Nos desafía a hacer cambios y a ser más propositivos”, concluyó.
Foto: Francisca San Martín