Quitó de los tronos a los poderosos
y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes
y a los ricos envió vacíos. Lucas 1, 52-53
En este tiempo a puertas de celebrar la solidaridad de Dios con nuestra fragilidad y vulnerabilidad humana encarnada en el niño Jesús en el pesebre de Belén sea un tiempo de renovar esperanzas y compromisos con el amor, verdad, justicia paz y solidaridad
Que Emmanuel, el Dios con nosotros y nosotras fortalezca nuestro espíritu y nos conceda fuerzas para seguir caminando en la porfiada esperanza hasta que la dignidad se haga costumbre y veamos un nuevo cielo y nueva tierra, donde habita la justicia y la paz
Feliz Navidad y un bendecido y esperanzador Nuevo Año.
Obispa Izani Bruch
Iglesia Evangélica Luterana en Chile – IELCH
Al Servicio de la Esperanza