El origen de la Iglesia Luterana en Chile se remonta a la segunda mitad del siglo XIX. El gobierno chileno impulsaba entonces la colonización del sur del país, trayendo para ello a ciudadanos alemanes, suizos y austríacos, los que en su mayoría profesaban la fe Evangélica luterana.
En el año 1904 las distintas congregaciones nacidas en el sur del país formaron el Sínodo de Chile. En 1959, y después de algunas precisiones en sus estatutos, se constituyó la actual Iglesia Evangélica Luterana en Chile (IELCH). Durante este periodo de existencia, la iglesia ha recorrido un largo camino desde una iglesia de inmigrantes hacia una iglesia arraigada en el medio chileno, comprometida con el desarrollo en todos los sectores de nuestra sociedad.
La Iglesia Evangélica Luterana en Chile, hace parte del testimonio, de la presencia de Dios revelado en Jesucristo y sustentado por el Espíritu Santo, en unión con los 70 millones de luteranos y luteranas en el mundo.
