(LWI) – En 1948 las pastoras Johanne Andersen, Ruth Vermehren y Edith Brenneche Petersen fueron las tres primeras mujeres en ser ordenadas en la Iglesia Evangélica Luterana en Dinamarca. El hito fue celebrado a fines de abril con una liturgia encabezada por la obispa Marianne Gaarden de Lolland-Falster.

La Rvda. Gaarden predicó sobre la Resurrección de Jesús de acuerdo a Mateo, tal como lo había hecho su predecesor, el obispo Hans Øllgaard, hace 75 años.  En tal sentido, recordó que en los tiempos bíblicos las mujeres «no eran consideradas testigos creíbles», por lo que aquellas que dieron testimonio de la Resurrección «deben haber tenido un coraje inimaginable para hablar y para testificar sobre una experiencia tan extraordinaria», afirmó.

A continuación Gaarden se preguntó «¿De dónde sacaron las mujeres el valor para ir en contra de las normas y convenciones de la sociedad de la época?», a lo que contestó que de Dios mismo, porque “Jesús ordenó a las mujeres que hablaran: ‘Ve y dile a mis hermanos que vayan a Galilea. Allí me verán”, sostuvo.

“A pesar de la condición socialmente inferior de las mujeres, Jesús escogió colocar el primer testimonio de su Resurrección en la boca de las mujeres, y ellas lo tomaron y siguieron tal como se les había dado. Por lo tanto, el valor de hablar les fue dado junto a la tarea establecida por el Señor mismo. Les dio un mandamiento», explicó.

Un largo camino

La introducción de la ordenación de mujeres en la Iglesia danesa no ocurrió sin controversia. Inicialmente, muchos líderes se opusieron, amenazando incluso con dejar sus cargos. Sin embargo, la Diócesis de Lolland-Falster tomó la iniciativa, expresando su deseo de contratar a la teóloga Johanne Andersen como pastora. El hecho significó cambiar tanto la ley de gobierno como a la constitución de la Iglesia. La enmienda estableció que ya no se refiere a «hombres» sino a «personas».

A pesar de la nueva constitución, algunos obispos seguían oponiéndose. En marzo de 1947, se aprobó otra enmienda permitiendo a los objetores eximirse de ordenar mujeres. No obstante, el obispo Hans Øllgaard ordenó a las tres primeras pastoras el 28 de abril de 1948 en una abarrotada Catedral de Odense. En 1995, Liselotte Rebel se convirtió en la primera mujer obispa en Dinamarca, y un mes más tarde, Sofie Petersen fue instalada como primera obispa en Groenlandia. En 2010 se alcanzó la paridad en el número de hombres y mujeres pastores.

El aniversario 75 es una oportunidad para celebrar los progresos realizados y reflexionar sobre la labor que aún queda por hacer. «Los logros de los últimos 75 años dan esperanza para un futuro más inclusivo y equitativo para la iglesia y la sociedad», declaró la Iglesia Evangélica Luterana en Dinamarca.

Fuentes:
Texto: LWF/ A. Weyermüller/ Redacción
Foto: Marlene Laursen

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