El Culto de Pascua se centra en la escena de la piedra removida y la tumba abierta. El texto de Juan destaca la presencia de María Magdalena en el sepulcro que se pregunta por el cuerpo de Jesús. El Resucitado se aparece a ella desde afuera y la llama por su nombre. Recibe la misión de anunciar y compartir lo que ha visto y oído (Juan 20: 1-18).
En lo más destacado de su homilía en el Buen Samaritano el domingo 20 de abril, la obispa Izani Bruch dijo:
“Fíjense que María se da vuelta, ella saca su mirada de la tumba, ve y reconoce a Jesús. Pascua es poder darse vuelta, es sacar la mirada de la tumba y reconocer que Dios está actuando, que Dios está transformando, que está sanando, que está resucitándonos de nuestras oscuridades. La realidad de María, esa mujer que llora la muerte de su maestro, es transformada”.
“Queridos hermanos, queridas hermanas: nuestras visas pueden ser transformadas. Nosotros podemos resucitar, podemos salir de nuestras oscuridades, démonos vuelta y miremos a Jesús resucitado. Dejemos de lado nuestros planes, nuestro afanes, dejemos de lado nuestras propuestas”.
“Jesús nos invita a seguir su camino, Él va a Galilea y nos invita a encontrarnos con Él allí. Aprendamos hoy de María. Seamos nosotros portadores del mensaje de Jesús. Aprendamos juntos y juntas a ser comunidad discípula, comunidad que camina los caminos de la gracia, de la compasión, del amor, de la justicia. Seamos comunidad que camina los caminos de Jesús, que dice y que da testimonio de su resurrección y nueva vida”.
Mira aquí el Culto de Pascua: