Concluye XIII Sínodo con un renovado llamado al compromiso de la membresía en la misión de la Iglesia

La Iglesia Evangélica Luterana en Chile celebró su XIII Sínodo Ordinario entre el 23 y 25 de mayo en el Jardín Belén La Bandera de la congregación homónima, ubicado en la zona sur de Santiago.

El lema del encuentro fue “alégrense conmigo, ya encontré la moneda que se me había perdido” (Lucas 15:9 b), en referencia a los 40 años del ministerio ordenado de mujeres en la Iglesia.

Informe de Presidencia

El Sínodo de 2025 estuvo marcado por el informe final de la Presidencia de Pablo Ríos, quien desempeñó esa función desde 2022.

Ríos puso el acento en el esfuerzo de su gestión para superar diversas crisis, y para mejorar desde esa experiencia las debilidades de las estructuras eclesiales.

En este sentido, señaló la necesidad de “actualizar los marcos jurídicos” de las congregaciones y de la Iglesia nacional, “a fin de proteger un patrimonio que es fruto del aporte de muchos en el pasado”, sostuvo.

El presidente saliente destacó que durante su administración se han llevado a efecto ocho proyectos, uno humanitario ya concluido, y siete que se encuentran en ejecución.

Informó asimismo, la aprobación de un nuevo proyecto de la Federación Luterana Mundial (FLM) para el periodo 2026 a 2028, que lleva por nombre “Ejerciendo el sacerdocio universal”.

Ríos expresó su gratitud a la Iglesia y a su Sínodo “quienes me han confiado este hermoso desafío al llamarme a servir en ella. En esto está mi compromiso, mi cariño, mi esfuerzo y mi dedicación”.

Informe del Obispado

La obispa Izani Bruch comenzó su cuenta agradeciendo especialmente a la Iglesia Evangélica Luterana en Estados Unidos (ELCA) por el acompañamiento que Gustavo Driau brindó a su gestión a lo largo de los años.

De igual manera, hizo un reconocimiento a la FLM y a la EKD por su permanente apoyo.

Posteriormente, Bruch ilustró las diversas actividades y ámbitos en que se desenvuelve la agenda del obispado, y cómo ésta se vio ampliada luego de su designación como capellana evangélica del Palacio de La Moneda.

La obispa puso especial énfasis en la necesidad de comprender la importancia de la sostenibilidad en la Iglesia, y de cómo su membresía puede comprometerse y ocupar sus dones en pos de la vida y misión de las comunidades.

“Debo insistir en que necesitamos hacer misión, necesitamos dar testimonio, necesitamos crecer en membresía, necesitamos pensar la iglesia para niños, niñas, jóvenes y personas adultas”, expresó.

Reflexión: “La ordenación de mujeres no está asegurada”

El Rvdo. Martin Junge, ex secretario general de la Federación Luterana, envió una profunda reflexión al Sínodo en la que advirtió que “la ordenación de mujeres no está asegurada”. A continuación, algunos pasajes destacados de su carta de tres páginas:

“En el ámbito global son palpables las tendencias que cuestionan, o buscan revisar, o dar vuelta atrás un camino ya emprendido hace tiempo atrás en cuanto a la inclusión de mujeres en el ministerio pastoral”.

“Al hacer memoria, quiero reconocer en primer lugar el coraje de la pastora Gloria (Rojas) para ser ordenada como la primera mujer en nuestra iglesia”.

“Las pioneras como nuestra pastora Gloria merecen nuestro respeto más profundo: asumieron un ministerio que durante siglos fue moldeado por varones. Y aceptaron miradas escrutadoras particularmente severas al asumir su pastorado”.

“Estoy convencido que la inclusión de la mujer en el ministerio ordenado no es solamente un paso necesario con respecto a la justicia de género, sino además uno que ayuda a la iglesia a asumir con mayor fuerza, con más compromiso, y con mayor nitidez su vocación como iglesia de Jesucristo”.

“Y en esto no puede caber duda: lo excluyente no promueve ni refleja a Cristo; lo contradice. Lo eclipsa en la esencia más íntima de su ministerio. Incluir a la mujer en el ministerio ordenado, por ende, nos acerca más a lo que Cristo vino a revelar de Dios entre nosotros y nosotras”.

Junge terminó su mensaje recordando que hizo su vicariato con Rojas, y agradeció su apoyo en el trabajo que ambos desempeñaron en la FLM.

Otros Saludos             

El Sínodo también recibió las palabras de la Rvda. Dra. Marcia Blasi, ejecutiva del Programa de Justicia de Género de la Federación Luterana Mundial.

Blasi manifestó que “hoy celebramos con júbilo lo que fue recuperado: la voz, la vocación, y la presencia plena de las mujeres en el ministerio ordenado”, extendiendo su reconocimiento a la pastora Gloria Rojas y al testimonio de la obispa Izani Bruch.

Finalmente, la Rvda Sonia Skupch, secretaria regional para las Américas de la FLM, afirmó que “la ordenación de las mujeres es un acto de justicia hacia ellas y, por el otro lado, significa también tener como iglesia la visión de que la incorporación de las mujeres al ministerio ordenado, es ante todo un enriquecimiento para la iglesia, a partir de los dones y capacidades y liderazgo espiritual y comunitario que Dios puso en las mujeres”.

“Nos alegramos por ello y celebramos con ustedes”, concluyó Skupch.

 

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