El Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Rvdo. Dr. Jerry Pillay denunció este 24 de febrero la inutilidad de la guerra en Ucrania al cumplirse tres años de la invasión rusa. El representante ecuménico reiteró su petición de diálogo “para asegurar una paz justa y sostenible”.
«El CMI acoge con beneplácito cualquier esfuerzo legítimo que busque genuinamente una paz sostenible en la región, sin recompensar simplemente la agresión que se ha perpetrado ni la violación de tantos principios del derecho internacional establecidos tras la Segunda Guerra Mundial, para proteger a los vulnerables contra las depredaciones de los poderosos», afirmó.
En este sentido, señaló que socavar el imperio de la ley de esta manera simplemente podría invitar a más agresión. “La legitimidad de cualquier proceso de paz depende en última instancia de la inclusión de la víctima de esta agresión en la mesa de negociaciones y de toma de decisiones».
Por ello, «oramos por un alto al fuego inmediato, la unidad de los cristianos contra la violencia y la injusticia, y por la paz a la que nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos llama», concluyó Pillay.
Oración de la Federación Luterana Mundial
La Federación Luterana publicó el lunes una “Oración con motivo del tercer aniversario de la guerra contra Ucrania”, escrita por el Prof. Dr. Dmytro Tsolin, pastor de la Iglesia Evangélica Luterana Alemana de Ucrania, integrante de la FLM.
¡Padre nuestro que estás en los cielos!
Nuestros ojos están vueltos hacia Ti y ante Ti elevamos nuestros corazones.
Oh Dios, durante más de mil días hemos estado orando diariamente, implorándote, poniendo nuestra esperanza en Ti.
Durante más de tres terribles años hemos recibido noticias horribles de la muerte de nuestros compatriotas, hemos oído el ruido de las explosiones y el aullido de las sirenas.
Señor, cada día aumenta el número de huérfanos y viudas. Cada día hay más personas que experimentan el dolor de la pérdida de sus seres queridos.
Dios nuestro, no vemos el final de esta calamidad, sólo Tú nos sostienes.
Durante más de mil días, Señor, hemos resistido y creído.
Te damos gracias, porque Tu Espíritu nos nutre.
Creemos en Tu justicia, ponemos nuestra esperanza en Tu misericordia, experimentamos Tu amor en medio de la ruina y la muerte.
Pero Dios, nuestra fuerza está llegando a su fin.
Te contamos nuestros dolores, Padre, aunque Tú los conoces todos incluso antes de que te los contemos.
Los hijos e hijas de nuestra nación nos abandonan, están muriendo en los campos de batalla y bajo el fuego en nuestras ciudades y pueblos…
Nosotros quedamos, Señor, quédate con nosotros. Te damos gracias por todos aquellos que nos apoyan, te damos gracias por nuestros hermanos y hermanas en Cristo y por la buena voluntad de aquellos de otras tierras. ¡Bendícelos!
Infunde en nosotros la fe en la victoria del amor y la verdad.
¡Ven, Señor Jesús!
Amén
Fuentes:
Texto: CMI/ FLM/ Redacción
Foto: FLM/ Albin Hillert
