El Evangelio de la tercera semana después de Epifanía nos trae el primer discurso de Jesús. Después de su bautismo, vuelve a Galilea y se dirige a Nazaret. Allí, en su pueblo, lee en las escrituras la buena noticia se cumple en la liberación de los oprimidos (Lucas 4: 14-21).
Cristo no sólo nos ofrece esperanza sino que con sus palabras nos mueve a la acción para proclamar el favor y la gracia de Dios. Esto lleva al Evangelio a un nivel completamente nuevo. La misericordia y la justicia se vuelven reales en nuestras vidas en la persona de Jesucristo.
“Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo: —Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír” (Lucas 4: 20-21).
“Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8: 31-32).
Mira aquí «El Evangelio de la Semana»: