La obispa presidenta de la Iglesia Evangélica Luterana en los Estados Unidos (ELCA), Rvda. Elizabeth Eaton, compartió el 24 de enero un Mensaje Pastoral a sus comunidades, luego de las órdenes ejecutivas firmadas por el Presidente Donald Trump que modifican las políticas migratoria y del clima, afectando diversos derechos básicos.
El documento, destaca la importancia de la transferencia pacífica del poder “que es central en una democracia”, para luego referirse a las “acciones radicales de la administración entrante”. En tal sentido, recuerda a Lutero en su Catecismo Mayor, donde habla sobre la cuarta petición del Padre Nuestro y de la importancia de orar por los líderes y sus responsabilidades.
«Sería muy apropiado poner en el escudo de armas de cada piadoso príncipe una hogaza de pan en lugar de un león, o una corona de ruda, o estamparlo sobre la moneda, para recordarles a ambos y a sus súbditos que por su cargo tenemos protección y paz, y que sin ellos no podríamos comer y conservar nuestro pan diario», escribió el Reformador.
La obispa Eaton manifiesta que la semana que pasó fue “de cambios rápidos y en cascada”, y advierte que “las políticas y decisiones reflejadas en los decretos ejecutivos de esta semana y los cambios regulatorios tienen el potencial de tener un impacto profundo en nuestras vidas, el bienestar de nuestros prójimos y el futuro del planeta”.
“Por lo tanto, me preocupa la manera en que muchas de las acciones ejecutivas han creado incertidumbre y miedo en nuestras comunidades y entre vecinos que luchan por sobrevivir, que luchan para mantener a sus hijos, y que luchan para ser vistos”, graficó.
“Como iglesia, estamos llamados a hablar fuerte cuando el gobierno distorsiona o niega la imagen de Dios en cada persona, al poner en peligro el acceso a la protección, la paz y el pan diario. Dondequiera que se produzca daño o desigualdad, estamos llamados por Dios a responder con amor y protección”, agrega.
La Rvda. Eaton expresa también que “la oración no es pasiva, es un acto de esperanza”, y por lo tanto, debemos pedir por “fuerza para amar incondicionalmente y para servirnos unos a otros”, y “abogar por políticas que afirmen la dignidad de cada persona y oponernos a acciones que la denigren o excluyan”.
“Esta iglesia está comprometida a defender la humanidad de todos, sin importar quiénes somos o de dónde venimos. Somos una iglesia llamada a amar a nuestros prójimos y acompañar a todas las personas en sus alegrías y luchas. Debemos permanecer firmes en este llamado”.
“Como ELCA, continuaremos proclamando la radical inclusión del amor de Cristo. Y profundizaremos nuestras asociaciones locales y globales con aquellos que trabajan para construir una sociedad justa y compasiva, especialmente a través de nuestras redes ecuménicas e interreligiosas”.
Eaton recomendó estudiar el documento «Gobierno y participación cívica en los Estados Unidos: discipulado en una democracia» publicado por la Iglesia Luterana, “para evaluar cuán bien los organismos del gobierno están haciendo su trabajo”, poniendo en el centro “una pregunta simple pero que abarca todo: ¿Estamos sirviendo al prójimo?».
Finalmente invita a sus comunidades a involucrarse con el trabajo de la Red AMMPARO, que es el servicio de la ELCA que aboga por políticas justas y humanas para a los migrantes.
“Mientras avanzamos, mantengámonos firmes en nuestra fe y entre nosotros. Seamos valientes en nuestro testimonio del Evangelio, firmes en nuestras oraciones por los que tienen autoridad, e incansables en nuestros esfuerzos para buscar justicia para todos”, concluyó.
Fuentes:
Texto: ELCA/ Redacción
Foto: ELCA/ Archivo IELCH
