En el Culto de Nochebuena la obispa Izani Bruch reflexionó sobre la escena en que ocurre el nacimiento de Jesús. Allí están María, José y los pastores. A ellos les es anunciada la buena noticia: “No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos” (Lucas 2: 1-20).
“La Encarnación de Dios se produce en un contexto político, en un contexto de opresión de violencia, en un contexto muy hostil para la vida humana. En especial para las personas más vulnerables y pobres, entre ellas las mujeres, los campesinos, los niños, las niñas, los pastores».
“El relato quiere ser buena noticia. El relato es buena noticia. Pues, el relato nos anuncia el nacimiento de un sistema alternativo, de un sistema que viene traer dignidad justicia y paz a la vida de las personas”.
“Lo que hoy celebramos mis hermanos y hermanas es la irrupción del Reino de Dios en Belén. Ese sistema alternativo que es distinto a los sistemas opresores. El sistema que nos muestra Dios en Jesús a través del pesebre, si observamos, es un sistema que se construye desde todos los márgenes”.
“Desde ahí somos invitados e invitadas a anunciar esa buena noticia, esa alegría, esa esperanza a la gente. Desde el nacimiento de Jesús, desde entonces, desde esa primera Navidad, ese es el mensaje: todos y todas son considerados, todos y todas merecen respeto, todos y todas tienen la misma dignidad. ‘Hoy en la ciudad de David ha nacido un Salvador, Él es El Mesías el Señor”.
Mira aquí el Culto de Nochebuena:
