El sábado 28 de septiembre se realizó la última jornada del proyecto “Juntos y juntas nos fortalecemos en comunidad” que acompañó a las comunidades afectadas por los incendios en Quilpué.
El encuentro se desarrolló en el colegio Manuel Bulnes, y las familias pudieron disfrutar de empanadas, mote con huesillo, una muestra de bailes folklóricos a cargo del Conjunto “Asunción de María”, y de juegos para los niños.
El lema escogido para la tercera jornada fue “la Esperanza es una semilla que crece con fe y amor”, recibiendo cada familia el almácigo de una planta que simboliza el cuidado, el crecimiento y la venida de un tiempo mejor.
En este mismo sentido, la obispa Izani Bruch recordó a Jeremías cuando dice: “Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza” (Jeremías 29: 11).
“Aquí hemos visto que es posible trabajar juntos, estar unidos y pensar sobre todo en aquel en aquella que más lo necesita”, señaló.
Bruch agradeció en nombre de la IELCH a la Iglesia Luterana en Estados Unidos (ELCA) por su solidaridad y por los recursos que facilitó, e igualmente a todas las iglesias hermanas que se sumaron a la iniciativa de acompañamiento ecuménico.
“Juntos y juntas nos fortalecemos en comunidad” se llevó a cabo con la Iglesia Metodista en Valparaíso, la Iglesia Bautista Maranatha, la Iglesia Ministerio Manantial, la Corporación Internacional Restauración, y la Olla Común “Entre Cerros”.
Al finalizar, la obispa Bruch hizo un reconocimiento a las y los voluntarios que participaron en el proyecto, y citó a Pablo diciendo “en todo dad gracias a Dios” (1 Tesalonicenses 5: 18).
“Damos gracias a Dios porque nos pudimos encontrar y conocernos, pudimos compartir nuestras historias y hoy nuestras esperanzas”. “Esperamos no sólo encontrarnos en el dolor sino también en la alegría para celebrar la vida. Hasta que nos volvamos a encontrar que Dios los tenga en su mano”, concluyó.