El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se reunió en Bogotá entre el 6 y el 11 de junio de 2024. La visita expresa el compromiso del organismo con el proceso de paz que se lleva adelante en el país andino. Al concluir emitió una declaración recordando que “la violencia no puede traer una paz sostenible”.
La documento destaca que las iniciativas implementadas “han salvado innumerables vidas al reemplazar la violencia y la represión policiales por el diálogo constructivo y la negociación”, y que la sociedad civil “es clave para avanzar en las transformaciones estructurales, y lograr una paz justa y sostenible con justicia social y medioambiental, tanto a nivel territorial como nacional”.
Y agrega que “hay muchas mujeres, jóvenes, comunidades afrocolombianas e indígenas”, junto a dirigentes y agentes religiosos “que trabajan a nivel comunitario en la construcción de la paz. Puede que su contribución no goce del debido reconocimiento, pero estas personas arriesgan sus vidas y se enfrentan a graves amenazas por su labor en favor de la paz y la justicia”.
En sus recomendaciones, el Comité Ejecutivo del CMI “insta a todos los agentes pertinentes en Colombia —gobierno, fuerzas militares, grupos armados, sociedad civil, iglesias y comunidades religiosas— a aprovechar esta preciosa oportunidad” para que “entablen un diálogo para el establecimiento de acuerdos de paz y cesación del fuego duraderos, y que se comprometan a aplicarlos plenamente”.
También exhorta a todos a respetar el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, “a fin de garantizar que la población civil esté protegida de la violencia y de los daños derivados del conflicto”, y pide asimismo “a todos los grupos armados de Colombia que desistan del secuestro y del reclutamiento de menores”.
La declaración hace un llamado a la comunidad internacional “para que presten un mayor apoyo moral, político y material a los procesos de paz en Colombia en este momento crucial”, y subraya “la necesidad crítica de abordar las causas subyacentes del conflicto”, tale como “los elevadísimos niveles de desigualdad de ingresos”, o “la arraigada injusticia y discriminación raciales”.
En este sentido, el Comité reafirma su compromiso de trabajar junto con DiPaz (Diálogo Intereclesial por la Paz en Colombia) hacia el objetivo de la “Paz Total”, lo que incluye abordar las causas fundamentales de la ausencia de una paz sostenible.
Finalmente, el Consejo Mundial de Iglesias invita “a todas las iglesias miembro y asociados ecuménicos del CMI a acompañar a las iglesias y al pueblo de Colombia en la oración y la acción por el cumplimiento de sus aspiraciones de paz y justicia sostenibles en su país y en sus comunidades”, concluye la declaración.
Fuentes:
Texto: CMI
Foto: CMI
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