La guerra en la Franja de Gaza se prolonga por ocho meses. En la actualidad Palestina se encuentra dividida en dos territorios. Desde la Ribera Occidental la Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa, da testimonio de la luz de Cristo en medio de obstáculos y deshumanización.
En esta entrevista, el pastor Rodny Said de Ramala, nos comparte la persistencia y esperanza de los cristianos de Palestina.
-¿Cómo en medio de las dificultades que conocemos, pueden hoy los cristianos marcar una diferencia en Tierra Santa?
Hoy los cristianos en medio de todas las dificultades hacen una gran diferencia. Para nosotros los principios cristianos tal como los conocemos, se trata de estar siempre comprometidos con llevar amor y luz en medio de toda la oscuridad que está pasando a nuestro alrededor. La existencia de una comunidad cristiana es vital en nuestro contexto, porque somos un pueblo indígena que proviene, y esto es una realidad y un hecho, del verdadero pueblo que fue testigo de la resurrección de Cristo. Hemos continuado hasta hoy como seguidores de los primeros discípulos de Jesucristo, llevamos la luz de la resurrección que ocurrió hace 2000 años, y la seguimos llevando también en la situación que tenemos en Tierra Santa.
-Cuáles son las principales dificultades que los cristianos están viviendo hoy en Jerusalén y Palestina en general, porque escuchamos que hubo restricciones durante la Pascua.
Como cristianos en Tierra Santa enfrentamos muchas restricciones y desafíos, y como ya saben lo más difícil es la división del territorio: los puestos de control y la falta de movimiento. Incluso en nuestras iglesias tampoco estamos siendo capaces de trasladar, por ejemplo, a todos los palestinos cristianos a nuestro culto en la Iglesia principal en Jerusalén. Este es un gran desafío para nosotros. También sufrimos a causa del contexto actual, por la situación financiera que nos desafía a veces para mantener nuestros ministerios, seguir funcionando y ver cómo continuamos hacia adelante.
-Puede Usted hablarnos sobre la importancia de la educación en los proyectos diacónicos de la Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa, y ¿cómo a través de ellos se trabaja el cuidado del medio ambiente y la justicia de género?
Como Iglesia pensamos que la educación es una herramienta muy importante y potente que tenemos, porque cuando aprendemos, cuando tenemos información, cuando nos educamos más tenemos una gran fortaleza a nuestro alcance. Cuando una persona se educa mejor y puede leer, cuando puede buscar y conocer sus derechos, logra el cambio que necesita. Por eso, yo creo junto con la Iglesia que pese a la situación actual, el cambio en nuestra sociedad, fe y cultura es posible a través de la educación. Igualmente, pensamos que por medio del trabajo diacónico podemos llevar justicia a cada persona: a quienes están lastimados, viven necesidad, están enfermos o sufren. Todos podemos sentirnos más conectados los unos con los otros, porque es parte de nuestro trabajo y tarea como Iglesia cuidar de todos quienes nos rodean. Precisamente, a través de la educación y del trabajo diacónico podemos cuidar y elevar las voces para que todas estén al mismo nivel por medio de la igualdad y la justicia de género, y también en los temas medioambientales. Por lo tanto, nosotros creemos que gracias a estos ministerios estamos haciendo realidad el Evangelio.
-Finalmente, Usted habló acerca del concepto de “sumud”, que en árabe es ‘persistir para existir’, ¿qué significado tiene dentro del testimonio de los cristianos palestinos como comunidad indígena?
Como comunidad cristiana somos una minoría en números, estamos hablando de unos pocos miles en toda la Tierra Santa. Para nosotros es realmente importante permanecer y continuar trabajando, continuar expandiendo la luz de la resurrección. Por lo tanto, permaneciendo y siguiendo las enseñanzas de Jesús en Tierra Santa, siempre tratamos de sostenernos como comunidad enfrentando los desafíos que tenemos. Es importante para nosotros salir afuera y ser siempre verdaderos embajadores del discipulado en nuestro mundo. La palabra “sumud” significa para nosotros desafiar la situación que estamos viviendo, tratando de encontrar la forma para fortalecernos los unos a los otros, para permanecer y continuar existiendo. Nuestra existencia es muy importante porque hacemos una diferencia que es grande, estamos aquí verdaderamente a través del poder de la fe, y a través del poder de apoyarnos los unos a los otros.
-Y eso también es resurrección.
Exactamente.
-Muchas Gracias.
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