La Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) lamenta la muerte del destacado teólogo Jürgen Moltmann. Así lo expresó la obispa Kirsten Fehrs, actual presidenta del Consejo de la Iglesia, luego de conocerse el deceso del profesor el 3 de junio a los 98 años de edad.
Fehrs le rindió homenaje durante la 3ª Sesión del Consejo, destacando que “fue un regalo único para la Iglesia Protestante”. Identificó como su principal logro, que sus aportes lo hacen comprensible en una amplia variedad de contextos.
“Como teólogo sistemático, supo combinar plenamente las tradiciones filosóficas con los tópicos del presente y con la valentía del futuro. Le debemos un montón a esa teología distintiva y original, así como a su voz sutil para el diálogo que tuvo alcance ecuménico, con una buena porción de rigor intelectual, coraje político y esperanza sin límites”, añadió.
Jürgen Moltmann influyó a nivel mundial en la Iglesia y la sociedad con su trabajo teológico. Desde la publicación en los años sesenta de su libro “Teología de la Esperanza”, ha formado y motivado a numerosos teólogos, animando debates que han irradiado mucho más allá de la Iglesia Protestante.
Comenzando por la esperanza cristiana en la resurrección, la teología de Moltmann ha sido un lenguaje poderoso que sigue impulsando a los cristianos hacia un compromiso liberador y concreto hasta hoy. Posteriormente, hizo también una contribución importante para una teología ecuménica de la creación.
Es uno de los teólogos protestantes más famosos del siglo XX. Y decir siglo es válido. “Teología de la Esperanza” de 1964 ha sido traducida a numerosos lenguajes. Su contribución a la Cristología fue publicada en 1972 bajo el título “El Dios Crucificado”, donde se enfoca en la empatía de Dios con el sufrimiento y fue recibida vigorosamente. Entre otras obras, Moltmann presentó su enfoque global en cinco volúmenes de teología dogmática entre 1980 y 1995, conocidos como “Contribuciones sistemáticas a la teología”.
Jürgen Moltmann nació el 8 de abril de 1926 en Hamburgo. Se casó con la teóloga feminista Elisabeth Moltmann-Wendel, quien falleció en 2016. Hasta su retiro en 1994, enseñó teología sistemática y ética social, primero en la Universidad Eclesiástica de Wuppertal, y luego en la Facultad Teológica Evangélica en Bonn y Tubinga. Desde 1963 hasta 1983 fue miembro de la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Y de 1977 a 1993 sirvió como presidente de la Sociedad de Teología Evangélica.
Algunos pensamientos
En 2016, al cumplir Moltmann 90 años, el Consejo Mundial de Iglesias publicó el siguiente resumen con algunos extractos de sus obras:
“En los seres humanos, el conocimiento del ‘Dios viviente’ despierta sed y hambre de vida”, escribe Moltmann en su libro; “les hace sentirse insatisfechos con lo que son y los impulsa a buscar un futuro en que entrará más vida en las vidas que ya tienen”. [1]
La insistencia en esa insatisfacción que tiene la mirada puesta en el futuro y se inspira de lo divino ha estado presente en la teología de Moltmann desde la publicación de la Teología de la esperanza en 1964.
“El que espera en Cristo” escribió entonces Moltmann, “no puede conformarse ya con la realidad dada, sino que comienza a sufrir a causa de ella, a contradecirla. Paz con Dios significa discordia con el mundo, pues el aguijón del futuro prometido punza implacablemente en la carne de todo presente no cumplido”.
Esta esperanza, proseguía, “transforma a la comunidad cristiana en fuente de impulsos siempre nuevos que incitan a realizar aquí el derecho, la libertad y la humanidad, a la luz del futuro anunciado que debe venir”. [2]
Hace tiempo que a Moltmann le preocupan las implicaciones de las cuestiones ecológicas para la teología. En 1985 publicó Dios en la creación. Doctrina ecológica de la creación [3], y en los últimos años el desafío medioambiental ha adquirido un carácter aun más urgente.
“Si nuestro mundo ha de sobrevivir, hoy nos encontramos en el final de la era moderna y en el comienzo del futuro ecológico de nuestro mundo”, advirtió Moltmann en Ginebra. “Necesitamos un nuevo concepto de la naturaleza de la Tierra y una nueva imagen del ser humano y de su destino y, con ello, una nueva experiencia de Dios en nuestra cultura”.
Esto, afirmó, exige que las “políticas mundiales” pasen a ser “políticas de la Tierra” y que las religiones del mundo se entiendan a sí mismas como “religiones de la Tierra” en la que contribuyan a una nueva comprensión de la vida y de la Tierra basada en una “espiritualidad sacramental de la Tierra, tal y como propusieron en el CMI las iglesias ortodoxas hace ya decenios”.
Cincuenta años después de Teología de la esperanza, para Moltmann el futuro de la teología sigue siendo una teología de la “venida de Dios” en la que la esperanza, a través de visiones, sueños y proyectos, enciende la imaginación para superar los límites de la realidad y entrar en la esfera de lo posible.
“El poder teológico de la imaginación ve esta vida mortal en el futuro de la vida eterna que viene”, insistió Moltmann, “y esta historia humana en el futuro del juicio y el reino venideros de Dios”.
[1] Jürgen Moltmann, The Living God and the Fullness of Life (WCC Publications, Ginebra, 2016), 1.
[2] Jürgen Moltmann, Teología de la esperanza, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1972, pp. 23-24.
[3] Dios en la creación. Doctrina ecológica de la creación, Sígueme, Salamanca, 1987.
Fuentes:
Texto: Annika Luke/ EKD/ Stephen Brown/ CMI/ Redacción
Foto: Marianne Ejdersten/ CMI
Lee aquí la nota completa en español que le dedicó el CMI a Jürgen Moltmann en 2016