Este 31 de mayo se conmemoran 90 años de la “Declaración de Barmen”, documento firmado por la Iglesia Confesante de Alemania que condenó la intromisión del régimen nazi en la vida de las comunidades evangélicas.
El Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Rvdo. Dr. Jerry Pillay, elogió la misiva por ayudar desde entonces a los cristianos a combatir la opresión y la injusticia.
«La Declaración de Barmen ha servido como inspiración tanto a los cristianos que se enfrentan a la tiranía, la injusticia y la discriminación, como a la necesidad de que la Iglesia rechace las pretensiones de los regímenes opresivos y combata esas tendencias heréticas dentro de sus propias filas», sostuvo Pillay en un mensaje dirigido a la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD).
“No podemos guardar silencio”
El escrito surgió en el contexto de un Sínodo, celebrado entre el 29 y el 31 de mayo de 1934 en la ciudad de Barmen (Alemania).
«Precisamente porque queremos ser y permanecer fieles a nuestras diversas confesiones, no podemos guardar silencio, ya que creemos que nos ha sido dado un mensaje que pronunciar en común en un momento de necesidad y de tentación en común», manifiesta la Declaración.
Su contenido es un llamado a los protestantes a rechazar las políticas impulsadas por los llamados «cristianos alemanes», que apoyaban el nacionalsocialismo y querían imponer su agenda en la Iglesia. «Estamos unidos por la confesión en el único Señor de la única Iglesia, santa, católica y apostólica» agrega,
El Secretario Pillay, que proviene de Sudáfrica, recordó cómo en su país la Declaración de Barmen ayudó e inspiró la resistencia teológica al apartheid. También tuvo eco en el Documento Kairos de 1985, cuyo aniversario el CMI conmemorará en 2025.
La Declaración de Barmen, dijo Pillay, fue un «evento verdaderamente ecuménico», ya que fue la primera declaración común de representantes de las Iglesias Luterana, Reformada y Unida en Alemania desde la época de la Reforma.
En su carta a la obispa Petra Bosse-Huber, jefa del Departamento de Relaciones Ecuménicas de la EKD, Pillay consigna que: «Hoy, la Declaración Teológica de Barmen, nos recuerda el vínculo inextricable entre la búsqueda de la unidad de la Iglesia, y la necesidad de un mensaje común sobre la base de nuestra fe contra la tiranía, la guerra y la injusticia», expresó.
Fuentes:
Texto: CMI/ Redacción
Foto: CMI
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