El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, Rvdo. Dr. Jerry Pillay, condenó el asesinato de siete trabajadores de World Central Kitchen el 1 de abril en Gaza, e hizo llegar sus condolencias a los familiares y amigos.
El hecho provocó que varias organizaciones de beneficencia suspendieran la entrega de alimentos. La muerte de los trabajadores humanitarios, amenaza con retrasar los esfuerzos para abrir desde Chipre un corredor marítimo que ayude a aliviar las desesperadas condiciones en Gaza.
La hambruna se vislumbra como «proyectada e inminente» en la mitad norte de Gaza, según un informe respaldado por la ONU el mes pasado, y según Oxfam, desde diciembre, el número de personas en el territorio palestino que enfrentan «niveles catastróficos» de hambre casi se ha duplicado.
Según la ONU, más de 200 trabajadores humanitarios han sido asesinados en Gaza desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás. Los trabajadores humanitarios nunca deben ser objetivos en los conflictos, sostuvo Pillay.
«Es trágico que las personas que dedican su tiempo a servir a otros tengan que perder sus propias vidas. Estos ataques que cobran la vida de personas inocentes son absolutamente inaceptables y no se pueden justificar a ningún nivel». «Invitamos a todas las Iglesias miembro del CMI a unirse para elevar sus voces en oración por la justicia, la paz y la reconciliación en Gaza», agregó.
«El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 25 de marzo una resolución muy esperada sobre Gaza, exigiendo un alto el fuego inmediato y la liberación inmediata de todos los rehenes. Esta resolución debe aplicarse y deben cesar estos asesinatos sin sentido de personas inocentes», concluyó Pillay.
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Texto: CMI/ Redacción
Foro: Mitri Raheb/ CMI
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