Del 15 al 24 de enero se desarrolló en Santiago y Concepción la XIIIª Escuela Internacional de la Fundación de Educación Popular en Salud (EPES), relacionada históricamente a la Iglesia Evangélica Luterana. Desde la Congregación IELMA participó Paula Jiménez, quien en esta nota nos comparte algunas de sus vivencias.
La Escuela se caracteriza por ser un espacio de formación comunitario en torno a la salud y la calidad de vida, desde una perspectiva basada en la Educación Popular y los derechos humanos. La convocatoria de EPES para este año reunió a 21 personas provenientes desde 11 países de América.
Algunas de las temáticas tratadas incluyeron la prevención de enfermedades, la violencia de género, la alimentación saludable, el cuidado del medio ambiente en las poblaciones, la integración de los distintos saberes, y el trabajo con grupos de base en salud.
Paula destaca de la Escuela Internacional la importancia de compartir. “Me llamó profundamente la atención que a pesar de la diversidad de experiencias personales, laborales, de vida, u otras, nos encontremos en una misma lucha y con un objetivo común. Aportar a mejorar la calidad de vida de todos y todas para vivir en un mejor mundo”, expresó.
“Fue una experiencia hermosa participar en la noche cultural y descubrir cómo cada uno de nosotros -siendo tan diferentes-, disfrutamos tanto y nos encantamos con las otras culturas”, agregó.
Todos sabemos sobre algo
Consultada sobre de qué manera lo aprendido podría servir en la Congregación IELMA, Paula recordó algunos de los principios de la Educación Popular, como el hecho de que “todos tenemos mucho que enseñar y aprender”, y por ende la “importancia del autocuidado en salud”.
Otro aspecto que subraya es la importancia de una mirada inclusiva que incorpore las diferencias. En este sentido, es posible ayudar desde lo comunitario en la prevención de enfermedades tales como el VIH/SIDA o la depresión, y en hacer educación temprana en temas relevantes como la violencia en parejas, la discriminación, o los derechos humanos.
Finalmente agradeció a Fundación EPES por el cupo y por “la oportunidad de este hermoso encuentro entre diversas comunidades”. “Todo desde un enfoque Cristiano donde la importancia del amor al prójimo y a nosotros mismos sea prioridad, el apreciarnos como las joyas preciosas que somos cada uno de nosotros para Dios”, resumió Jiménez.
Al concluir la XIIIª Escuela Internacional de la Fundación de Educación Popular en Salud, los asistentes compartieron un brindis con las siguientes palabras: “Estimados compañeros y compañeras, estamos finalizando la Trigésima Escuela de Educación popular en Salud. Todos, todas, y todes, hemos aportado en nuestros territorios en la lucha por la dignidad y la justicia en medio de pobreza, y nos hemos hecho ricos -no en dinero-, pero sí en esperanza y humanidad. Mientras muchos piensan en guerras y exterminio, nosotros y nosotras estamos trabajando por la justicia y la dignidad”, concluyeron.
Fuentes:
Texto: Fundación EPES/ Redacción
Foto: Fundación EPES