Recientemente la Pastoral Migrante de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile visitó la Congregación San Pablo en Hualpén, para seguir avanzando en el trabajo local y en redes en favor de las personas extranjeras. La sensibilización es crucial en un momento en que la sociedad chilena parece cerrarse frente a la necesidad de reconocer derechos.
El pastor Jan Meyer, Coordinador de la Pastoral Migrante, recordó que más allá del Centro de Atención al Migrante, la labor diacónica alcanza a toda la Iglesia porque es parte de su misión.
“La idea es integrar a las congregaciones de la IELCH en la Pastoral Migrante, ya que esta es de la Iglesia. En todas las regiones tenemos muchos migrantes que necesitan de asesoría legal, apoyo psicosocial y pastoral”, sostuvo.
“Queremos estrechar los lazos con nuestras congregaciones y ver cómo podemos apoyarlos en el trabajo, sobre todo de sensibilización, ya que percibimos un fuerte rechazo de la población chilena a los y las migrantes”, agregó.
En este sentido, el pastor destaca que la información es clave para facilitar los trámites legales, y en salud y educación. “Hay que derribar los mitos y prejuicios sobre el tema migratorio”, los que en Concepción no son diferentes a los que existen en otras regiones.
“Soñamos para el próximo año con el apoyo de la Congregación San Pablo y de un trabajo en redes con otras instituciones para abrir un segundo Centro de Atención al Migrante, ofreciendo todos nuestros servicios, incluyendo talleres sobre varios temas, devocionales y acompañamiento pastoral”, expresó Meyer.
Este año 2023 se permitió el empadronamiento de personas que se encontraban en situación irregular, con vistas a que puedan obtener una residencia temporal en un futuro cercano. Sin embargo, este avance se ve matizado por el retraso burocrático en la tramitación de las solicitudes, dificultándose así -por ejemplo- la posibilidad de que puedan obtener un contrato de trabajo formal.
El pastor Meyer, señala que esta demora también es una de las causas por las que ha proliferado la informalidad. “Incluso el Estado crea personas ilegales con todo el retraso que tiene, y la falta de atención a las personas que sí entraron por un paso habilitado, y que están meses y años esperando la renovación de su visa o a la espera de la visa definitiva”, apuntó.