(LWI) – Este año la Federación Luterana Mundial (FLM) estará ampliamente representada en la la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28). El evento tiene lugar en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre próximo.
La delegación está encabezada por activistas jóvenes, tal como ocurrió en años anteriores. En total son más de 60 personas provenientes de 29 iglesias miembro de Asia, Europa, África, y de las Américas y el Caribe. La asistencia incluye tanto una modalidad presencial como otra virtual, lo que permitió duplicar el número de delegados en comparación con años anteriores.
La participación busca alzar la voz en las negociaciones, así como llamar a la acción en los compromisos para enfrentar la emergencia climática. Esta será la delegación más grande que la Federación Luterana ha tenido hasta ahora en una conferencia de este tipo.
Elena Cedillo, ejecutiva del programa de justicia climática de la FLM, afirmó que «el gran número de delegados demuestra el compromiso de las iglesias miembro de participar en el debate sobre el clima”. Su presencia permite compartir historias desde el terreno, tanto de los impactos de la emergencia climática, como de las iniciativas para abordarlos de manera innovadora y creativa.
«Al incluir las perspectivas y experiencias de comunidades de diferentes regiones, podemos fomentar una respuesta más inclusiva y de mayor impacto frente a los efectos del cambio climático. Es a través de este esfuerzo colectivo que realmente podemos lograr la justicia climática y crear un futuro sostenible para todos», agregó Cedillo.
La Federación Luterana está particularmente comprometida en asegurar que los más afectados por el cambio climático sean escuchados, y que sus necesidades sean priorizadas en las políticas e iniciativas mundiales. Muchos países ya se están enfrentando a las consecuencias irreversibles del cambio climático.
De igual manera, la FLM seguirá abogando porque los Estados cumplan con los compromisos asumidos. Por ejemplo, con el Fondo de Pérdidas y Daños, un acuerdo revolucionario introducido durante la última Conferencia, y que tiene como objetivo proporcionar asistencia financiera a las naciones más vulnerables y afectadas.
«El calentamiento global de 1,1° Celsius ha causado cambios en nuestra casa común que no tienen precedentes en la historia humana reciente, las comunidades vulnerables ya están siendo empujadas más allá de los límites de su capacidad de adaptación», advirtió Cedillo.
Fe, Ciencia y Clima
El Consejo Mundial de Iglesias y la Federación Luterana Mundial se reunieron el pasado 17 de noviembre para un diálogo titulado «Encuentro Fe y Ciencia». La sesión contó con la participación de Ramón Pichs Madruga, uno de los tres vicepresidentes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), quien compartió información clave del Sexto Informe de Evaluación.
El diálogo subrayó el valor de las diversas formas de conocimiento y destacó los fuertes vínculos entre la adaptación al cambio climático, la mitigación, la salud de los ecosistemas, el bienestar humano y el desarrollo sostenible.
En nombre de las iglesias, Athena Peralta, ejecutiva del programa de Justicia Económica y Ecológica del CMI, expresó su gratitud y reconoció el papel profético del IPCC. Calificó el Sexto Informe de Síntesis de Evaluación como una severa advertencia a la humanidad y una hoja de ruta para salir de la crisis climática, ofreciendo esperanza en medio de signos científicos.
Durante su discurso de apertura, Pichs Madruga advirtió sobre los riesgos de retrasar la acción climática y destacó la disminución de la ventana de oportunidad y la significativa brecha entre el conocimiento científico y la toma de decisiones. También destacó la necesidad de una transición equitativa a una economía sostenible y destacó la importancia de dirigir los recursos financieros y las transferencias de tecnología a las comunidades afectadas por el cambio climático.
De cara al próximo ciclo de evaluación, Pichs Madruga describió los desafíos, incluyendo asegurar la inclusión mediante al incorporar las perspectivas de los países en desarrollo, las dimensiones de género y el conocimiento indígena. Subrayó el desafío actual de comunicar la ciencia de manera efectiva, haciendo que los informes del IPCC sean relevantes tanto desde el punto de vista científico como político.
Como parte del próximo ciclo, el IPCC publicará un informe especial sobre el cambio climático y las ciudades, demostrando aún más el compromiso de abordar los desafíos urgentes planteados por la crisis climática a escala mundial.
Fuentes:
Texto: LWI/ CMI/ Redacción
Foto: ONU/LWF/Albin Hillert
Lee aquí la nota original de la FLM en inglés
Lee aquí la nota original del CMI en inglés