El jueves 9 de noviembre se realizó en el Palacio de La Moneda, un acto organizado por la Alianza Interreligiosa y Espiritual por el Clima (AIEC) en cooperación con la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (ONAR). El lema fue “Otra energía para que se mueva” y buscó ser un llamado a la acción de cara a la Cumbre COP28 que se realizará en Dubái entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre próximos.
La actividad reunió a representantes de 25 tradiciones y espiritualidades, participando también la obispa Izani Bruch, capellana evangélica de la sede de Gobierno. Arianne van Andel, coordinadora de la AIEC, manifestó que “a pesar de los indudables esfuerzos llevados adelante, lo logrado hasta ahora es muy insuficiente. Con este acto y como comunidades religiosas y espirituales, anhelamos profundamente que esta COP sea diferente, ojalá que tengan la fuerza, el coraje y la voluntad de movilizar energías y cambios drásticos”.
Representación chilena en la COP
Constance Nalegach, jefa de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Medio Ambiente y parte de la delegación chilena que va a participar en la COP28, señaló que esta conferencia “es el momento en que quienes son Estados parte de este acuerdo multilateral, se reúnen para tomar decisiones, y eso es lo que esperamos que sean decisiones que estén a la altura de una urgencia”, declaró.
“Ya el secretario general de la ONU ha dicho que hay una urgencia, una ebullición del planeta. Y esto además se junta con pérdida de la biodiversidad y con contaminación. Y sabemos que esto implica una necesidad de cambiar nuestra relación entre las personas con las demás especies y también, por supuesto, con la naturaleza”, añadió Nalegach.
Emiko Sepúlveda, Coordinadora Nacional de la Conferencia Nacional de las Juventudes sobre Cambio Climático, espera que se pueda mejorar la participación efectiva de distintas comunidades, entre ellas las juventudes, las infancias, los pueblos indígenas y las mujeres, entre otros grupos.
Felipe Pino, coordinador de proyectos de la ONG FIMA, destaca la “Transición Justa”, que es “una de las primeras instancias en la que se abre una discusión de justicia social en la COP,
para que veamos también cómo implementamos soluciones al cambio climático sin vulnerar los derechos humanos, particularmente de aquellos que ya están siendo vulnerados por el cambio climático”.
Al final del acto se invitó a firmar el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, iniciativa global que lucha por un régimen internacional para la eliminación gradual en la producción de estos combustibles y por el rápido avance hacia una transición energética que garantice un futuro más seguro.
Fuentes:
Texto: ALC Noticias/ ONAR/ Redacción
Foto: AIEC