La Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) se encuentra realizando la 4ª Reunión de la 13ª Conferencia del Sínodo entre el 12 y el 15 de noviembre en Ulm. El encuentro fue precedido en la misma ciudad por el Sínodo General de iglesias regionales de confesión luterana (VELKD). En ambas actividades participó la IELCH representada por la pastora Sandra Rozenberga-Saavedra.
Sínodo de los Luteranos
El Sínodo de la VELKD tuvo lugar entre el 10 y el 13 de noviembre, y abordó la identidad luterana desde una perspectiva global.
El obispo presidente de al VELKD, Ralf Meister, aseguró que en el actual contexto de violencia, la Biblia puede contribuir con historias de coexistencia pacífica, de igualdad entre todas las personas, y sobre el valor la vida en la creación. “Es nuestro punto de partida espiritual y teológico permanente con el que estamos comprometidos”, declaró.
El Dr. Roderich Barth de Leipzig describió la confesión luterana como un estado de ánimo que combina “serenidad con un poco de melancolía». Serenidad porque confía en la acción de Dios, y melancolía porque experimenta tristeza ante la ausencia de Dios.
Para la Rvda. Sonia Skupch, Secretaria para las Américas de la FLM, es sobre todo sensibilidad ante las injusticias, sensibilidad que se expresa en una teología liberadora que da unidad a las Iglesias luteranas en América Latina.
El Rvdo. Alexander Gross, pastor en Odesa de la Iglesia Evangélica Luterana Alemana de Ucrania, dijo que «Damos testimonio del amor de Dios en medio del odio que la guerra ha traído consigo», y ejemplificó que “si bien todos tratan de salvarse a sí mismos y a sus seres queridos, enseñamos a reconocer las necesidades de los demás”.
“Hablar de la fe”
El Culto de Apertura de la Reunión del Sínodo de la EKD fue presidido el 12 de noviembre por el obispo Ernst-Wilhelm Gohl, quien reflexionó sobre el tema de este evento: “El lenguaje y acción de la fe». La propuesta explora los desafíos de cómo y cuándo los cristianos hablan de su fe en el contexto actual, tomando como referencia un versículo de Pablo: “Creí y por eso hablé” (NVI 2 Corintios 4: 13a).
El obispo Gohl afirmó que para hablar de la fe se necesita “mucho coraje”, y que “para la Iglesia no es un concepto de marketing. Si la gente está de acuerdo o sacude la cabeza no puede ser el único referente. Por supuesto, la Iglesia tiene que ir con la época. Y, por supuesto, siempre debe responder las preguntas existenciales. Pero la Iglesia no vende un producto. No se adapta a una hegemonía. La Palabra de Dios es importante”, sostuvo.
Este tema también fue el centro del Informe de la Presidenta del Sínodo de la EKD, la filósofa Anna-Nicole Heinrich. En su concepto, “la capacidad de hablar es particularmente importante cuando nos movemos fuera de nuestro ambiente familiar o eclesial, cuando salimos de nuestro espacio seguro. Es decir, cuando hablamos de fe donde ya no se espera o no es evidente. Que la fe sea apta para el lenguaje significa poder responder a preguntas, dudas o ser el primer intento de una Iglesia de escucha y diálogo”, explicó.
Este martes fueron presentados los primeros resultados de una encuesta efectuada en conjunto con la Iglesia Católica sobre membresía y sociedad. De esta manera se espera comprender por qué la gente cree y por qué ya no, y que se necesita que la Iglesia haga.
La Presidenta de la EKD recordó que los discursos y las acciones son inseparables, reiterando de igual manera el compromiso de la Iglesia Evangélica en Alemania en contra de la violencia sexual, y en favor de la autodeterminación de las personas y de la no discriminación. Anna-Nicole Heinrich tiene 27 años y es la líder laica más joven en presidir el Sínodo de la EKD.
Finalmente, otra cuestión omnipresente en los foros ha sido la guerra en Israel y Palestina, subrayando la necesidad de una nueva perspectiva de paz, así como la preocupación por el resurgimiento del antisemitismo y la islamofobia en el mundo.
Fuentes:
Texto: EKD/ Redacción
Foto: Sandra Rozenberga-Saavedra
