Este 22 de de octubre fue instalado el Rvdo. Sebastian Fitzke como nuevo pastor de la Congregación La Reconciliación. La liturgia fue presidida por la obispa Izani Bruch acompañada por los pastores de Concepción y Santiago.
Fitzke trabajó anteriormente en la Congregación “Die Brücke” (El Puente) de la Iglesia Evangélica Luterana de Brunswick (miembro de la Iglesia Evangélica en Alemania). En septiembre llegó a Chile acompañado por su esposa y su hijo. Su trabajo permitirá atender a una comunidad bilingüe, tal como lo destacó el presidente de La Reconciliación, Edzard zu Knyphausen.
“Hoy es un día de gran alegría e importancia para nuestra congregación y para la Iglesia Evangélica Luterana en Chile. Podemos contar nuevamente con un pastor de procedencia alemana, que corresponde a nuestra tradición de ser una comunidad con lazos familiares y laborales con Alemania, y de miembros chilenos que han elegido esta congregación como su casa de Dios en el transcurso de más de 40 años de existencia”, expresó.
Al acto acudieron también la embajadora de Alemania, Irmgard Maria Fellner; el Rvdo. Marcus Garras, representante de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) para América Latina; Walter Dümmer, presidente de la Iglesia Luterana en Chile (ILCH); y el Rvdo. Esteban Alfaro, pastor de la Congregación El Redentor de la ILCH, entre otros y otras.
La obispa Bruch predicó sobre los impuestos que debían ser pagados a Roma y la respuesta de Jesús a quienes querían tenderle una trampa para acusarlo: “den al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22: 15-22).
“Es una pregunta que debe ser respondida desde nuestros contextos, desde nuestras realidades. Es un tema difícil porque no faltan las propuestas populistas frente a este tema (…) A cuatro años del Estallido Social que nos hizo confrontarnos con una sociedad con una brutal desigualdad, miremos a nuestra realidad –y al mirarla- observamos que junto a la pandemia y otros factores que hoy nos afectan, esa desigualdad –aunque las estadísticas muestran que ha disminuido y que la pobreza ha bajado- la realidad sigue igual. Muy poco ha cambiado”, puso como ejemplo.
“Este es el horizonte del Reino de Dios. Un banquete sin exclusiones, pero vemos que este horizonte, esta propuesta que Jesús instala en medio nuestro no agrada a todos y todas. Y siempre nos deparamos con fuerzas políticas y religiosas que nos proponen otros caminos, caminos de exclusión, de opresión, de segregación. Caminos que van dejando a otros afuera de este banquete”, agregó.
“Que el Espíritu de Dios nos conceda nuevas esperanzas, nuevas fuerzas, pero sobre todo, que el Espíritu nos conceda coraje, amor, compromiso, y sentido de servicio y de justicia. A fin de que –realmente podamos hacer- lo que Jesús nos indica hoy: ‘dar a Dios lo que es de Dios y a César lo que es de César”, concluyó Bruch.
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