El mismo año en que el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) celebra 75 años, también conmemora el 75º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Ambas historias están entrelazadas. La comisión precursora del CMI creada en 1946, contribuyó a la redacción del documento aprobado en Paris el 10 de diciembre de 1948.
Para celebrar este cumpleaños, el CMI y la Misión Evangélica Unida se reunieron el 28 de septiembre para reflexionar sobre la historia de la Declaración y su importancia actual y futura dentro de la comunidad ecuménica global.
Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias del CMI para Asuntos Internacionales, repasó la historia del CMI y la declaración. «Nuestra conmemoración en este año de aniversario es muda, incluso sombría», dijo. «Los principios de las normas de derechos humanos parecen ser más cuestionados que nunca, y el compromiso con el multilateralismo mismo parece estar en retroceso».
Señaló que vivimos en una época con nuevos conflictos. «El Consejo Mundial de Iglesias ha afirmado constante y repetidamente su compromiso con los principios del derecho internacional de los derechos humanos», sostuvo. «Y sin embargo, también tenemos que reconocer que dentro de nuestra propia circunscripción -que comprende 352 iglesias miembros en 120 países y un total de más de 500 millones de personas-, hay divergencias y diferencias de opinión sobre la naturaleza de la relación entre los principios de la fe cristiana y las normas internacionales de derechos humanos».
El Dr. Jochen Motte, secretario general adjunto de la Misión Evangélica Unida, meditó sobre la historia de la declaración y las organizaciones que han estado fuertemente comprometidas con ella. «Hoy, muchos años después de 1948, enfrentamos importantes desafíos para la implementación de derechos humanos que sean universales», declaró Motte. «Como personas de iglesia, basados en nuestra fe y nuestras raíces bíblicas, celebramos este día».
El Dr. Michael Wiener, oficial de derechos humanos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, remarcó que es importante discutir tanto la historia como el futuro de la Declaración de Derechos Humanos, y expresó su agradecimiento por la forma en que la Comisión de Iglesias sobre Asuntos Internacionales ayudó a dar forma a la declaración.
«Es un muy buen ejemplo de cómo los diversos actores, incluyendo la sociedad civil y los actores basados en la fe, realmente pueden y realmente han contribuido al derecho internacional de los derechos humanos», dijo. «La Alta Comisionada espera con interés la continuación de la colaboración y el fortalecimiento de la participación de los agentes religiosos en la promoción y protección de los derechos humanos para todos», manifestó.
Fuentes:
Texto: CMI/ Redacción
Foto: Ivars Kupcis/ CMI
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