(LWI) – La Dra. Anne Burghardt, Secretaria General de la Federación Luterana Mundial (FLM), se une a los jefes de otras organizaciones cristianas mundiales para exhortar a los líderes del G20 a comprometerse con una Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional (NIFEA) para «sociedades justas, amantes de la paz y florecientes.» Esta arquitectura es indispensable, dicen, para responder al cambio climático, la creciente pobreza y la degeneración de la democracia.
En una carta a los líderes del G20, que se reunirán en Nueva Delhi, India, del 9 al 10 de septiembre, Burghardt y los jefes del Consejo Mundial de Iglesias, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, el Consejo Metodista Mundial y el Consejo para la Misión Mundial, señalan que «vivimos en un mundo donde ‘la lógica del lucro’ ha tenido prioridad sobre el bienestar o la ‘vida social y ecológica».
Tomando nota del tema de la cumbre del G20: “Una Tierra, Una Familia, Un Futuro”, los religiosos sostienen que «la naturaleza y el medio ambiente se han reducido a una mera ‘clase de activos’ para obtener ganancias financieras y la tierra se trata como si fuera un grifo y un resumidero». Al mismo tiempo, agregan que «la política del dinero favorece sistemáticamente a los ricos por sobre los pobres y ha generado una inmensa desigualdad (…) socavando la cohesión social y la confianza en las instituciones democráticas».
La carta insta a los líderes de las naciones más ricas del mundo a promover la formación de un nuevo sistema económico que incluya una convención fiscal internacional, así como la introducción de impuestos al carbono y la contaminación para detener el «cambio climático descontrolado y la pérdida de biodiversidad sin precedentes».
Otras medidas urgentes, solicitadas por los representantes de las Iglesias, incluyen liberar a los países en desarrollo de las onerosas deudas externas, así como garantizar los derechos laborales y un salario digno para todos los trabajadores. En particular, la carta pide el reconocimiento del «trabajo asistencial no remunerado realizado predominantemente por mujeres», así como un mayor acceso de mujeres y niñas a la educación, la formación y la atención de salud.
La carta concluye con un llamado a los líderes del G20 «para colocar a las comunidades vulnerables y al planeta en el centro de sus deliberaciones», y para que el resultado de la Cumbre pueda contribuir a la restauración de la Tierra, el bienestar de toda la familia humana y «la salvaguarda del futuro de nuestros hijos».
Fuentes:
Texto: FLM/ P. Hitchen/ Redacción
Foto: FLM/ A. Hillert
Lee la nota original en inglés aquí