La Federación Luterana Mundial -junto a 193 organizaciones de la sociedad civil-, pidieron en junio al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, un mecanismo para abordar el patrón global de violaciones de los derechos humanos contra refugiados, solicitantes de asilo y migrantes en las fronteras internacionales.
El Proyecto Migrantes Desaparecidos registró entre 2014 y mayo de 2023, un total de 55.980 muertes de personas en situación de movilidad alrededor del mundo. El Jefe de Incidencia Global de la FLM, Isaiah Toroitich, manifestó que «la situación actual es grave y necesita una respuesta igualmente fuerte, compasiva y sistemática».
La petición se hizo a través de una misiva en la que expresan su profunda preocupación por las políticas y prácticas de control migratorio que conducen a muertes, torturas y otras violaciones graves de los derechos humanos.
«El carácter grave, sistemático y generalizado de las violaciones y abusos de los derechos humanos en las fronteras internacionales y sus alrededores ha sido denunciado al Consejo de Derechos Humanos en múltiples ocasiones», afirmaron. Por ello, «se necesita una respuesta nueva y más firme que se base en la labor del Relator Especial y la complemente», agrega la carta.
La Federación Luterana y las organizaciones firmantes, piden al Consejo de Derechos Humanos que establezca un mecanismo internacional independiente de vigilancia para investigar la vulneración de derechos. Esto incluiría el estudio de las causas profundas de esas transgresiones, el fomento de la rendición de cuentas y la reparación de las víctimas y sus familias.
«Los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo tienen derechos humanos que deben ser protegidos. Deben abordarse urgentemente los casos de muerte, lesiones y sufrimiento, ya sea en el Mar Mediterráneo o en otros lugares. Se necesita un mecanismo internacional, como el que estamos pidiendo, para fortalecer la rendición de cuentas y la adhesión a las leyes internacionales de derechos humanos y derecho humanitario», recordó Toroitich.
Fuentes:
Texto: LWI/ Redacción
Foto: LWF/ Albin Hillert
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