El obispo de la Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa (ELCJHL) emitió este 5 de julio un comunicado, en el que manifiesta su consternación por los hechos de violencia registrados en un operativo militar de las fuerzas de Israel en la localidad palestina de Yenín.
El Rvdo. Dr. Sani Ibrahim Azar, afirmó que “La extensión del daño a las vidas humanas y a las propiedades, incluyendo la muerte de niños, no promueve la causa de la justicia ni acerca a israelíes y palestinos hacia la paz o la seguridad”.
Asimismo, hizo un llamado a defender los Derechos Humanos, pidió un alto al fuego y el fin de la ocupación. En este sentido, elevó sus oraciones por las comunidades afectadas y por “la restauración de la justicia y la paz para todos los pueblos de Tierra Santa”.
Declaración completa de la ELCJHL
“La Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa está profundamente consternada por la operación militar israelí en curso en comunidades palestinas, especialmente en la ciudad y en el campo de refugiados de Yenín.
La extensión del daño a las vidas humanas y a las propiedades, incluyendo la muerte de niños, no promueve la causa de la justicia ni acerca a israelíes y palestinos hacia la paz o la seguridad.
Nuestra Iglesia llama a defender los Derechos Humanos para los palestinos, a un alto al fuego, y a un fin de la ocupación. Elevamos nuestras oraciones por todas las comunidades afectadas, y por la restauración de la justicia y la paz para todos los pueblos de Tierra Santa.”
Declaración del Consejo Mundial de Iglesias
“El asalto del ejército israelí al campo de refugiados de Yenín ha causado doce muertos y ciento veinte heridos, una veintena de los cuales se encuentra en estado crítico, y miles de personas han tenido que huir de sus hogares”, afirmó el Rev. Pillay. “Además, el Patriarcado Latino ha anunciado que su iglesia en Yenín ha sufrido daños debido a los bombardeos”.
Asimismo, señaló que las Iglesias ortodoxas y latinas de Yenín han abierto sus puertas a algunos de los tres mil refugiados que han huido del campo, pero el CMI está preocupado porque toda la población del campo —dieciocho mil personas— se encuentra en situación de necesidad humanitaria urgente.
“El CMI está preocupado porque cuanto más dure la operación militar, más se deteriorará la situación humanitaria”, declaró Pillay. “El asalto militar es otro esfuerzo inútil, de tantos otros, que solo sirve para exacerbar el conflicto”.
El Patriarcado de Jerusalén emitió una declaración pidiendo el cese del ataque militar. “Una declaración similar del Patriarcado Latino ha condenado la violencia y ha exigido un alto el fuego”, señaló Pillay.
Para concluir, el secretario general afirmó: “El CMI hace también un llamado a las organizaciones humanitarias internacionales para que ayuden a las personas del campo de refugiados de Yenín a reconstruir sus vidas con paz y dignidad”.
Fuentes:
Texto: ELCJHL/ Consejo Mundial de Iglesias/ Redacción
Foto: ELCJHL/Albin Hillert/ WCC
