Culto bilingüe de Despedida y Reconocimiento a los pastores Nicole Oehler y Johannes Merkel, realizado este 2 de julio en la Congregación La Reconciliación.
El texto principal (Génesis 12: 1-5a) narra el llamado de Dios a Abraham para que deje su tierra y su casa, unido a una promesa: “voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros” (Génesis 12: 2).
Abraham no se deja influir por la factibilidad de la propuesta o por preguntas que lo abrumen, sino que confía en la promesa de Dios porque sabe que tiene buenas intenciones. Tal vez la gran bendición que recibe es dejarse llevar y asumir riesgos, es poder creer y confiar.
Las bendiciones no siempre son inmediatamente perceptibles y a veces dudamos de su existencia. Pero Abraham sintió entonces lo mismo que nosotros. La belleza de la bendición es que no se puede alejar. No tenemos que hacer nada por ella, una bendición es como recibir un regalo.
El testimonio de Abraham es confiar que Dios nos acompaña donde quiera que vayamos. “Al contemplar las montañas me pregunto: «¿De dónde vendrá mi ayuda?» Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra” (Salmo 121: 1-2). “Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona” (Hebreos 12: 2a).
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