Culto correspondiente al 5° Domingo de Cuaresma, realizado este 26 de marzo en la Congregación La Trinidad. Esta semana la reflexión está tomada del Salmo 130 y versa sobre el Perdón desde la perspectiva de las escrituras.

La justificación por fe y por gracia –mal entendida- puede parecer muy simple, como si no entrañara ningún desafío, esfuerzo o crecimiento para el ser humano. Del otro lado, la justificación por las obras de la Ley conlleva exigencias imposibles de cumplir.

En ambos casos la relación con Dios se ve afectada. Si Dios lo permite todo se vuelve indiferente y se aleja de la Justicia. Y si Dios lo exige todo resulta entonces inaccesible y se pierde la esperanza.

El versículo 4 del Salmo 130 dice: “Pero en ti encontramos perdón, para que te honremos”.

De esta manera, se expresa que el perdón verdadero es Reconciliación. Es ante todo, perdón de Dios que vivifica y transforma. Es motivación para el cambio que implica exigencias, como alejarse de lo que daña y destruye. Es una posibilidad gratuita de Vida Nueva y de reencuentro en Dios con nuestros hermanos y hermanas.

Los demás textos fueron Ezequiel 37: 1-14, Romanos 8: 6-11, y el Evangelio de Juan 11: 1-45 (La Resurrección de Lázaro).

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