La Rvda. Dra. Anne Burghardt, Secretaria General de la Federación Luterana Mundial, visitó del 18 al 25 de enero la Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa (ELCJHL), y los proyectos del Servicio Mundial en Jerusalén.
El Servicio Mundial es el brazo de trabajo humanitario y de promoción del desarrollo de la FLM, el cual dirige dos centros de formación profesional en Palestina: uno en Beit Hanina (Jerusalén) y otro en Ramallah, en la Ribera Occidental.
Los programas de capacitación incluyen carpintería, mecánica automotriz, diseño gráfico e impresión, decoración de interiores, trabajos de aluminio, secretaría vocacional, telecomunicaciones y energías verdes (instalación de paneles solares).
Más que un oficio
“Creo que los centros de capacitación juegan un papel crucial en dar una perspectiva a los palestinos para poder vivir y ganarse la vida en su país. También es una herramienta muy importante para empoderar a las mujeres, y fue alentador ver cómo el número de mujeres graduadas en diferentes currículos ha aumentado con los años”, reflexionó la Secretaria General.
Como parte de su compromiso con la justicia de género, la FLM ofrece becas y apoyo de transporte para las jóvenes que solicitan estudiar. Este esfuerzo para reducir las brechas se desarrolla junto a los empleadores, para que las jóvenes y las mujeres con discapacidad luego de recibir la formación accedan a un trabajo.
El objetivo es crear un ambiente laboral inclusivo y adaptado a las necesidades de las mujeres. Estos aspectos, de otro modo, podrían ser ignorados donde las mujeres son o han sido una minoría, explicó Bana Husseini, coordinadora del programa.
Un paso más allá
La silueta del Hospital Augusta Victoria (AVH) es icónica en Jerusalén. Esta institución ubicada en el Monte de los Olivos, ejemplifica la forma en que la FLM trabaja por ir un paso más allá en el servicio a la sociedad, en este caso, proporcionando no solo atención médica a los pacientes sino procurando una hospitalidad genuina.
“Me ha impresionado profundamente el compromiso del personal del ‘Augusta Victoria’. Sin ese compromiso sería imposible tener un hospital que realmente ofrezca hospitalidad, más allá del tratamiento médico regular”, declaró Burghardt.
“Proporcionar atención médica es extremadamente importante en este contexto, especialmente para los pacientes con cáncer de Cisjordania y de Gaza que no pueden acceder a los tratamientos en otros lugares. Pero además, me parece que el AVH es más que ‘un hospital que proporciona atención médica’. Todo el ‘Augusta Victoria’ es una fuente de orgullo para muchos palestinos, y eso se puede ver claramente en el entusiasmo y en una genuina voluntad de servir a la gente”, agregó la Secretaria Burghardt.
Un día histórico
La Secretaria General de la FLM fue testigo de la historia el 22 de enero al participar en la ordenación de la Rvda. Sally Azar. Se trata de la primera mujer de Palestina que recibe el pastorado para servir en la Iglesia de Tierra Santa. El evento contó con cientos de invitados de procedentes de todo el mundo.
“Me alegró ver una amplia participación en el servicio y una presencia internacional tan fuerte, lo que demuestra que el ELCJHL como iglesia no está sola. Tiene muchos amigos, hermanas y hermanos en todo el mundo. Pero también, la comunidad local estaba fuertemente representada, y ver especialmente a los muchos jóvenes allí es para mí un signo de esperanza, en un contexto donde se está volviendo cada vez más difícil para la gente vivir en Palestina”, manifestó tras el servicio.
Impacto en las comunidades locales
Para Burghardt, el papel positivo de Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa (ELCJHL) es evidente, ya que ha logrado madurar frutos de larga data en las comunidades palestinas.
“Me ha impresionado profundamente la vida y el testimonio del ELCJHL, y recordé que una Iglesia -quizás pequeña en número- puede tener un impacto amplio y positivo en el servicio a sus comunidades”.
“También me queda claro que la capacidad de asociación entre los miembros de la FLM y los organismos ecuménicos, ofrece un impulso vital para la vida y el testimonio de la Iglesia en Tierra Santa. Esta es una de las formas en que la FLM puede y debe desempeñar un papel importante, al actuar como una especie de súper-conector entre las Iglesias y los otros socios”, añadió la Secretaria General.
“Pero también, una de nuestras tareas como comunión global de Iglesias es hacer oír la voz de los cristianos palestinos a nivel mundial, compartir sus historias, y asegurarnos de que ayudamos a mantener la esperanza en este pueblo. En esto consiste nuestro esfuerzo de abogacía y promoción”, concluyó Burghardt.
LWF/Albin Hillert