Dios se ha manifestado, Dios se ha encarnado y se ha revelado tal cuál es. Se revela en la sencillez, en lo pequeño, en lo frágil, en la pobreza, en un establo, en un niño. Ahí en el pesebre se cumple la promesa de Dios. Ahí acontece la llegada del Dios con nosotros y nosotras: Emanuel.
Los sabios del Oriente tienen la sabiduría de reconocer que ahí está Dios en lo pequeño, en un niño desprovisto de todo poder. También tienen la capacidad de comprender lo que implica la llegada de Dios Emanuel: un nuevo tiempo, de justicia y paz. Son capaces de intuir, de oler las maniobras de Herodes. Y regresan a su tierra por otro camino (Mateo 2:12).
Que en este tiempo de Epifanía, podamos dejarnos guiar por la estrella para que nos conduzca a los lugares, a los «pesebres» dónde está Dios, que así como los sabios del Oriente tengamos sabiduría para ver y sentir la presencia de Dios en lo frágil, en lo vulnerable, en lo pequeño y sencillo de la vida.
Y al igual que los sabios del Oriente, podamos desde este encuentro ser transformados y transformadas, y regresar a casa por el otro camino, por el camino nuevo que nos revela el Dios con nosotros y nosotras.
Un bendecido tiempo de Epifanía. Celebramos la presencia del Dios con nosotros y nosotras. Amén.
Obispa Izani Bruch,
6 de enero de 2023
Foto: EKD