(LWI) – En su mensaje de Año Nuevo de cara al 2023, la Rvda. Anne Burghardt, Secretaria General de la Federación Luterana Mundial (FLM), insta a los cristianos a «no ser indiferente, sino hablar y actuar dondequiera que veamos que la fractura humana está sembrando semillas de odio, desunión, opresión y falta de respeto por la creación de Dios».
La pastora recordó que la comunión global de las Iglesias Luteranas se prepara para celebrar su Asamblea en Cracovia (Polonia), en septiembre, con el tema de “Un cuerpo, un espíritu, una esperanza”. Afirmó que se trata de un tema inspirado en la carta de Pablo a los Efesios, probablemente citando una liturgia bautismal celebrada por las primeras comunidades cristianas.
En este sentido, la Rvda. Burghardt subraya que «nuestro llamado bautismal es un llamado a la unidad con Cristo, con nuestros hermanos y hermanas en Cristo (…) con la humanidad y con la creación de Dios.»
Cuando ponemos a Cristo en el centro, dice, «encontraremos unidad a pesar de todas nuestras diferencias. Cuando nosotros, por el contrario, nos enfocamos en las diferencias entre nosotros, habrá separación». Enfatizó que «nuestro llamado no es solo proclamar sino también vivir el Evangelio, dejar que el Reino de Dios entre en nuestra realidad, ser esa ‘levadura’ que trae esperanza al mundo».
Citando al teólogo y mártir alemán Dietrich Bonhoeffer, que murió en una prisión nazi, la Secretaria General de la FLM instó a todas las personas de fe a tener «la misma firmeza y esperanza» que él. Es decir, «que tengamos la misma vista» que Dios, que ve el mundo «con ojos llenos de misericordia y gracia», concluye.
Mensaje Completo
Con ojos de misericordia y gracia
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
¡Saludos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo!
Después de un año turbulento, estamos en el umbral de 2023. El anterior marcó el fin de las restricciones relacionadas con el COVID-19 en la mayor parte del mundo. También fue un año de nuevos conflictos y guerras con impacto global.
Predecir lo que el futuro implica y lo que el nuevo año traerá es difícil. Sin embargo, sabemos que estamos llamados a ser firmes en el amor y la mutua esperanza. Por lo tanto, en nuestras preocupaciones y ansiedad, pero también en aquello en que celebramos y nos regocijamos, es bueno recordar que Dios no es indiferente a lo que está sucediendo en el mundo ni lo es con nosotros.
El lema de la Iglesia Morava para 2023 dice: «Tú eres Dios que ve» (Génesis 16: 13). Dios, cuya encarnación en Jesucristo acabamos de celebrar, ve las cosas que se hacen pero también aquellas que se dejan sin hacer. Por lo tanto, Dios nos llama a no ser indiferentes, sino a hablar y actuar dondequiera que veamos cómo la fractura humana está sembrando semillas de odio, desunión, opresión y falta de respeto por la creación de Dios.
En septiembre de 2023, la FLM celebrará su Asamblea en Cracovia, Polonia. El tema de la Asamblea es: «Un Cuerpo, un Espíritu, una Esperanza». Es un tema en sí mismo lleno de esperanza, que nos lleva hacia la unidad que Dios quiso para la creación de Dios. Está inspirada en la carta de Pablo a los Efesios, donde el apóstol escribe: «Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza» (Efesios 4:4). Pablo probablemente cita aquí una liturgia bautismal, celebrada por los primeros cristianos. Se refiere a la Iglesia como el cuerpo místico de Cristo que une a comunidades que proceden de diferentes contextos culturales, diferentes géneros y diferentes medios sociales y políticos.
Cuando pongamos a Cristo en el centro, encontraremos la unidad, a pesar de todas nuestras diferencias. Cuando, por el contrario, nos centremos en las diferencias entre nosotros, habrá separación. Nuestro llamado bautismal es un llamado a la unidad. Por la unidad con Cristo y con nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pero finalmente con la humanidad y la creación de Dios, porque Dios es el Creador del mundo entero. Unidad no significa uniformidad, pero la verdadera unidad siempre abraza la diversidad, en cuanto sea llevada por el amor y el respeto.
La unidad es un don precioso y una tarea al mismo tiempo. A veces esta tarea puede parecer bastante difícil. Sin embargo, dondequiera que seamos desafiados, también estamos seguros por el Espíritu Santo que Cristo y el evangelio no pueden ser «deshechos». Los espíritus de separación y odio, avaricia y mal uso del poder no prevalecerán.
Nuestro llamado no es solo proclamar sino también vivir el Evangelio, dejar que el Reino de Dios entre en nuestra realidad, ser una «levadura» que trae esperanza al mundo. Por lo mismo, no debemos permanecer indiferentes cuando vemos que se siembra odio y destrucción, cuando se cuestiona el amor y la gracia de Dios hacia los seres humanos.
Cuando Dios mira al mundo, Dios ve con ojos llenos de misericordia y gracia. Que tengamos esta misma visión en 2023, tal como Dietrich Bonhoeffer tuvo la misma firmeza y esperanza. El famoso teólogo y mártir luterano luego de ser arrestado por los nazis, escribió desde la cárcel en 1944: «Estamos tan maravillosamente rodeados de buenos poderes, que esperamos con esperanza, ¡pase lo que pase! Porque Dios está con nosotros en la víspera y en la mañana, y va con nosotros en cada nuevo día».
Que Dios les bendiga con la presencia del Espíritu Santo para que ustedes puedan ser una bendición para los demás.
En Cristo, la Rvda. Anne Burghardt
Secretaria General de la FLM
LWF/P. Mumia