Este 21 de marzo se realizó un “Acto por la Paz” en la Plaza de Armas de Santiago con la participación de distintas espiritualidades. La rogativa fue convocada por la Asociación de Diálogo Interreligioso ADIR, en respuesta a la guerra en Ucrania y para pedir por la paz en los conflictos violentos de todas partes del mundo.
En este sentido, también se recordó especialmente la dolorosa situación del pueblo palestino, los hechos de violencia en La Araucanía, la persecución de la disidencia en Nicaragua, El Salvador y Cuba, el asesinado de defensores del medio ambiente en Colombia y de periodistas en México, la represión en Birmania, y la violencia cotidiana que viven jóvenes y niños de nuestra sociedad.
La actividad comenzó con una plegaria tradicional mapuche a cargo del machi Luis Nahuelcura, quien manifestó: “Este es el equilibrio perfecto, la armonía perfecta de los cuatro elementos, de los seres elementales de la nagmapu, de la tierra donde habitamos y donde vivimos. Todos seres que nos habitan y nos acompañan ancestralmente, los invocamos para que traigan el equilibrio y la paz en nuestros corazones primero, y también la paz en el mundo. Por la paz por los hermanos, por las razas, por la tolerancia, por el respeto de cada uno como ser individual y único. Por todos. Por el amor que debemos tenernos unos con otros, respetando nuestros pueblos, nuestras razas, nuestros idiomas, nuestra idiosincrasia y todas las relaciones de seres vivos”, sostuvo.
También participaron en la oración el Sheij Usama Jada de la Mezquita As Salam (La Paz) de Santiago; el Maestro Zen Pierre Soko Leroux de la Asociación Zen de Chile y Sho Den Dojo Zen de Santiago; una representante de la Comunidad Bahai; el Pastor Juan Trujillo de la Iglesia Bautista; el Ministro Sat Sansar Singh de la Comunidad Sikh Dharma; el padre Pablo Walker s.j. de la Comunidad José Aldunate; el Sheij Gustavo Zehnder de la Comunidad Musulmana Chia Imam Mahdi; Arianne van Andel de la Alianza Interreligiosa y Espiritual por el Clima AIEC; y la obispa Izani Bruch de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile.
Al concluir la Obispa Bruch expresó la siguiente plegaria: “Dios fuente de paz, desde nuestra indignación nos preguntamos: ¿Por qué tantas guerras en el mundo? ¿Por qué tantos conflictos entre los pueblos? ¿Por qué tanta violencia en nuestras relaciones humanas? ¿Por qué tanta violencia en nuestro país? Oh Dios de vida, que cuidas de toda la creación danos paz, que nuestra seguridad no provenga de las armas, que nuestra fuerza no sea la violencia sino el diálogo y el amor. Rogamos que la justicia se derrame como agua y la paz sea como una corriente incesante en nuestra humanidad. En un mundo lleno de violencia, odio, fragmentaciones, danos el valor para sembrar el amor, el diálogo, el encuentro, la justicia y la paz. Transforma con tu gracia nuestros corazones y todo lo que impide la irrupción de tu paz en el mundo. Dirige con tu espíritu los esfuerzos de la humanidad por lograr que haya paz y justicia entre las naciones de la Tierra. Fortalece a quienes gobiernan y trabajan por establecer la paz en el mundo. Rogamos por nuestra humanidad tan herida por la pandemia, por la violencia, por la falta de paz. En tu gracia transforma toda situación de dolor y sufrimiento, que tu paz nos abrace y nos inspire a ser agentes de paz con justicia. Que nuestros dones estén al servicio de un nuevo orden mundial donde la paz sea edificada con base en la justicia, en la equidad y dignidad de los pueblos. Oramos hoy en la misma esperanza del salmista, que un día la justicia y la paz se besarán (Salmo 85: 10) y nuestros pueblos disfrutarán de tu promesa de vida plena, libre de todo tipo de violencia. Que así sea, amén”.
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