«Finalmente otras semillas cayeron en buena tierra y dieron fruto: un grano dio cien, otro sesenta, otro treinta. El que tenga oídos, que oiga». Mateo 13:8-9
Jesús utilizó eventos y costumbres comunes en la vida para ilustrar sus enseñanzas. La mayoría de sus ilustraciones tenían que ver con la vida rural: cuidar animales, cultivar el campo y la realización de tareas domésticas. En esta parábola representa nuestra labor como sembradores de un mensaje de paz, amor y perdón. Vemos que la semilla es el mensaje del Reino de Dios, estableciéndose en la humanidad y que el acento recae en las diferentes actitudes de los oyentes ante la actitud mostrada en el mensaje de Jesús.
Este mensaje nos alienta a seguir incansablemente con la siembra del mensaje del Evangelio, la Buena Noticia del Evangelio consiste en la maravillosa proclamación de que, a pesar de nuestro pecado y nuestras faltas, Dios nos ama y nos ofrece en Jesucristo todo lo que necesitamos para gozar de
su favor y su perdón. Es confiar por completo que la cosecha del Evangelio de Jesucristo está bajo su voluntad y su cuidado especial, dependiendo no de nuestras propias fuerzas y capacidades, sino solamente de lo que él hace en nosotros por medio de Cristo y su Espíritu.
Marjorie Ávila, Congregación La Paz