“Ya que al unirse a Cristo en el bautismo, han quedado revestidos y revestidas de Cristo. Ya no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos y todas ustedes son uno solo. “Gálatas 3: 27-28
Queridas mujeres, hermanas y lideresas de las comunidades, congregaciones y proyectos diacónicos de la IELCH.
Hoy 08 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, día en que el mundo expresa su repudio a la violencia contra las mujeres, cuyo el origen fue el 08 de marzo de 1908, cuando mujeres trabajadoras de una fábrica de textiles de Nueva York se declararon en huelga y ocuparon la fábrica para exigir mejores condiciones laborales, como la reducción de la carga diaria de trabajo a diez horas, igual salario que los hombres y trato digno en el ámbito laboral. Huelga que terminó con 129 trabajadoras carbonizadas por el incendio provocado en la fábrica.
En este día en que conmemoramos la lucha de las mujeres contra la desigualdad y violencia de género, hacemos llegar a ustedes queridas mujeres nuestros saludos, abrazo y homenaje a cada una de ustedes, sus hijas, nietas y bisnietas. Así como nuestro agradecimiento y reconocimiento por el compromiso de ustedes en la misión que Dios nos ha encomendado, de ser luz y sal en el mundo.
Desde la perspectiva de nuestra fe, afirmamos que el bautismo nos iguala y elimina todos los estereotipos que discriminan, que subordinan, que ponen en una condición de inferioridad una persona. En este 8M, ratificamos que todo lo que viola la integridad y dignidad que Dios ha dado a las personas es un pecado.
La violencia de género en la vida de las mujeres y niñas es un pecado y un flagelo que afecta y daña la dignidad dada por el propio Dios a las mujeres y niñas. Como IELCH solidarizamos con todas las mujeres y niñas víctimas de este mal, y pedimos perdón por todas las veces que hemos sido indiferentes frente sus sufrimientos y dejado de ser fieles al testimonio bíblico de la igualdad en dignidad y derecho entre hombres y mujeres (Génesis 1: 27).
Agradecemos a Dios por la vida de cada una de ustedes, y pedimos a Dios que derrame su bendición sobre ustedes, que su amor les abrace y les envuelva, que su amor les conceda fuerzas y levante sus rostros, que Dios, en su amor, les conceda su bendición y les aliente a seguir hacia adelante con una vida plena y libre de todo tipo de violencia.
En la esperanza de que seamos una iglesia de iguales, y de lograr una sociedad y una iglesia más justa y equitativa, reciban nuestros saludos y reconocimiento en este Día Internacional de la Mujer.
Izani Bruch
Obispa de IELCH
O8 de marzo de 2021.