Invocación: Iniciamos esta oración común. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Sato. Amen.
Canto: El Señor es mi fuerza.
Lectura del Salmo 46, 1-3
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes.
Oración: Amado Dios, en estos días donde nos encontramos en nuestros hogares, en la incertidumbre y preocupación por el mañana, queremos pedir que tu paz y amor acompañe a cada uno de tus hijos, es especial a aquellos que están solos o que el espacio de confinamiento por el abuso o el abandono no es uno seguro. Permítenos ser instrumentos de tu paz a otros en estas circunstancias, y enséñanos a confiar en ti. Confiamos en tu gracia e infinito amor, y aun en la dificultad nuestras miradas y corazones se dirigen a ti. Amén.
Oremos: Padrenuestro
Bendición: Que la Bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo este en nuestra casa, país y el mundo entero. Amén.
Pablo Ríos. IELMA